sábado, 21 de noviembre de 2015

MARRUECOS OCTUBRE 2015

                                            
                                                   

                                     Un viaje para tod@s





En  Marruecos hay dos tipos de viajes,  el de “ellos”  con muchas horas de coche,  muchos kms al día (y de noche),  y el de “ellas” pocos botes y 4x4 y más horas de turisteo  recorriendo cada monumento y pueblo donde dormíamos.






En esta ocasión hemos tratado de hacer un viaje en el que todo el mundo disfrute al máximo, pilotos y copilotas y, a juzgar por las sonrisas de todos,  creo que lo hemos conseguido.  La mitad de los participantes eran de Granada, y la otra mitad de San Sebastián, los llamábamos cariñosamente Arriba y Abajo. La premisa del viaje era menos horas de coche (pero muy intensas) y llegar pronto al destino para poder disfrutar de los mejores hoteles, Riad, sus piscinas, su gastronomía,  tiendas, etc.






El jueves ya estábamos todos en Tarifa conociéndonos y repartiendo tracks, regalos, saludos y últimas recomendaciones.  El viernes cogimos el primer ferry hasta Tánger, pasamos la frontera sin retrasos, cambiamos dinero y comenzamos esta nueva rutaventura marroquí. Autopista hasta Meknes y primera parada para comer tranquilos y meternos de lleno  en el viaje en un típico puesto de pinchos, tajines y demás manjares de la tierra. Los “nuevos” cambiaban de cara cada 15 segundos, ja, ja, ja, ja, ja.  
Pasamos por el cedro  milenario de Gudar y los monos jugaron con nuestros coches.  Era el festival de la manzana de Midelt, había puestos por  todas partes, pueblo, cunetas, gasolineras, es la época de la manzana. Al día siguiente salimos de Midelt y pisteamos por un tramo nuevo que estaba casi deshabitado, primero pista rota y después pista rápida y a gozarrrrrrrr. 





Compramos unos chuletones en un puesto del Atlas y nuestra primera comida campestre fue regada con cava de nuestros amigos de Granada,  ¿qué más se puede pedir (4x4, chuletones autóctonos y cava)? Pues el café que todos los días nos hacia la voluntariosa donostiarra,  Juncal. Entramos en el manantial azul, vimos el geiser de Erfout y llegamos a nuestro destino, el hotel Xaluca, en el que estuvimos dos días.




El primer día hicimos la ruta de los curiosos edificios del alemán, Escalera Celeste, Espiral Aurea y Ciudad de Orión. Luego pasamos y visitamos los pozos que traían agua de la montaña a los palmerales del siglo XI, para acabar comiendo en un oasis al lado de la cárcel portuguesa. Por la tarde visita y compras en el Zoco de Risani, el más grande del Tafilalet, con su mercado de animales, frutas, parking de burros, metales, ahí las chicas disfrutaros como niñas, comprando especias y aceites de todas las clases. Luego relax en  las piscinas.






El lunes ruta de los Oasis, Foukani, Saf-saf, Braim, Tissadermine,  para acabar recorriendo el rio de arena que bordea el erg Chevvy. Cuando apretaba el sol fuimos a comer al restaurante de Jordi& Naima unos huevos fritos con longaniza espectaculares. 














Tras dejar las maletas, en la Kasba Mohayud  las chicas cogieron el coche de Juan y se fueron al “Corte Inglés” y sucursales, y los chicos a lo que más nos gusta……..a las Dunas…….. Allí vimos las habilidades de Finico con su hdj 80, probamos la nueva Hilux de Antonio con sus King y centralita y nos adentramos en el erg, hasta cruzarlo y tomar un té en el oasis Oubira. Luego vuelta y más arenaaaaaaaaa.












Es martes y toca nuestra etapa reina, Merzouga- Tagounite,  236 kms. Comenzó bien hasta que llegamos a Remlia donde las últimas lluvias se habían llevado las entradas al rio; eran todo taludes imposibles. Con la ayuda de un lugareño encontramos el único paso abierto hasta el momento y tras charlar con él, seguimos hasta la entrada del cañón del Marech, que en esta ocasión no cruzamos. Nuestro destino era Casa Juan en Tagounite, un lugar especial, de solo 6 habitaciones, con enorme duna delante y donde vimos anochecer. 
Cena espectacular y la charla con Juan, su propietario, mucho mejor. Nos contó de primera mano sus viajes, las costumbres marroquíes, hablamos de la actual situación política allí, etc.  hasta que se acabaron las copas y el sueño nos rindió. 









Vamos perezosossssss, no hay prisa, pero vamosssssss,  ya en marcha hacia el Chigaga. Nada más llegar a MaHamid vemos muchos coches de carreras, el rally de Marruecos. Cuando llegamos vemos la salida y llegada allí mismo, por donde teníamos previsto pasar. Nos lo tomamos con calma, hacemos fotos y buscamos alternativa por las pistas paralelas hasta el oasis sagrado donde paramos a ver pasar los camionesssssssss……..como pasannnnnn. Seguimos buscando alternativas ya que hemos elegido el mismo recorrido, hasta llegar a nuestro destino, un grupo de Jaimas en la entrada de Erg de Dunas. 










Comemos a su sombra y después algunos prefieren quedarse en el campamento y pasear por ellas, y otros nos lanzamos al centro del erg, 45 º   subidas, bajadas, rondos (que a Sase no le molan nada) y demás habilidades que se nos ocurren, gozamos más de lo permitido, y las caritas de todos tenían un brillo especial,  un día de 10. 







Y no había terminado,  cena a la luz de las estrellas, cánticos bereberes, pacharán, gin tonics, etc. Hacía tanto calor que tuvimos que dormir al raso, eso sí a las 4 de la mañana hubo que echarse un manta, refrescó un poco. Despertamos con el cielo como techo, y desde allí, sin movernos, vimos salir el sol. ¿Se puede pedir algo más???    SI,  rio de arena y correr por el lago Iriki, esto ya está siendo de 11. 






Seguimos  con el horario sin prisa, tomamos un té en una de las terracitas que han proliferado en el centro del lago y volvemos por el río de arena hasta una pista que nos lleva a Zagora por el Jebel Bani. Rápida, bonita, como nos gusta, sin sustos, para repetir. Allí nos espera el impresionante Riad Sofian, hay que verlo para creerlo. Después de un baño en su piscina y un rato de relax, vamos a la ciudad de compras, y a visitar el taller de nuestro recién desaparecido Amigo Mohadmed el Gordito. Su sustituto y también amigo parece haber cogido el relevo con el mismo talante y humor, cosa que es de agradecer. Parece que todo sigue igual. Revisión a los coches, un par de retoques y de compras. 


Las chicas siguen con su euforia por comprar aceites de todas las clases y cada vez más baratas, jojoba, higo chumbo, pepitas de uva, camomila, de hormiga roja, aloe vera, argán, de semillas de sésamo, semillas de comino negro y manteca de carité. Y harina para postres, mucha harina, ahí es nada.



El viernes cogemos el valle del Dra y pisteamos por el Jbel el Hassel hasta las minas del Gloa.  Así, por pistas desconocidas llegamos a Agdez, donde nos espera Hara Oasis, un establecimiento que nos dejó a tod@s el mejor sabor de boca de los que hasta ahora creíamos insuperables, este es de 12. Regentado por Naya, la mujer de Juan, que en todo momento estuvo pendiente de cualquier detalle. Primero nos hizo un recorrido a través del palmeral con los 4x4, luego nos sacó un té a la orilla del río, y después un burrito nos llevó las maletas hasta los bungalós.





 Pudimos bañarnos en el río, algo espectacular, y luego cenar en su orilla. Este lugar es para esconderse y  desconectar.




Ya estamos en la fase final del viaje y hay que rematarlo. Hoy por la ruta de las mil kasbas visitamos Ait Banadou, luego el palacio de Telouet y llegamos a Marrakeck.





 Visita obligada a la Plaza Djema el-Fna donde vimos aguadores, encantadores de serpientes, cuenta cuentos,  música popular, dentistas y tomamos zumos de naranja para luego adentrarnos en el Zoco, donde seguimos buscando los últimos regalos, aceites, bolsos etc.  Acabamos como empezamos, con una típica cena marroquí en uno de los puestos móviles de la plaza con sus estrechas mesas y típicos productos, tajines, couscous, pinchos… 







Luego una copa en la disco del hotel y a dormir, que mañana hay que volver hasta Tánger y después cada uno a su destino.






 Agradecer desde aquí a tod@s los participantes el buen humor reinante y las ganas de pasarlo bien que tenían, un saludo a Carlos y Juncal, Juan y Sase, Finico y Carmen, Antonio y Manolo, y a Laura del que suscribe, Evaristo Martínez Rutaventura.



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