martes, 12 de julio de 2016

LA TRANSPIRENAICA , JULIO  2016


El domingo por fin llegó, tras un año preparando esta gran ruta Transpirenaica estaba en el hotel  esperando a los participantes y todavía no me podía creer que por fin era el día  de la salida. Van llegando participantes de Barcelona, Tarragona, Salamanca, Burgos y la Rioja. Somos 6 coches y 12 personas. Ideal para esta primera incursión por el Pirineo, con 1.250 kms por hacer.


El primer día en el breafing  se explica la esencia de este viaje, viajar, ir desde el Cantábrico al Mediterráneo atravesando los Pirineos por pistas y carretera en 5 días sin buscar ninguna dificultad añadida a la navegación.  Se hace el reparto de regalos y pegatinas del viaje y empieza la primera etapa.
Hacemos dos grupos de tres que irán cambiando cada día y damos la salida. En cada grupo hay un coche que no lleva GPS, así que los demás los arropamos en el centro y con la emisora vamos dando las indicaciones en los cruces. Uno de los coches  es nuevo, solo tiene dos meses, y aunque lleva GPS, Jesús no lo controla todavía.










  Empezamos en Fuenterrabía respirando el olor del mar y poco a poco vamos  viendo unos caseríos increíbles en las laderas del monte Navarro que nos enamoran a todos,  hasta llegar a Sant Pie de Port, donde hacemos la primera comida juntos con las ricas viandas que todos llevamos  .  Rápidamente  Abel saca el hornillo y prepara para su hijo un arroz, Cati el Jamón de Salamanca, los riojanos una empanada casera, y más y más cosas, aquella mesa parecía un pecado……. y hasta hacemos  café. Un paseo por su calle principal que está llena de peregrinos que comienzan el camino de Santiago y volvemos a nuestra ruta. Comienzan los paisajes con unos verdes intensos y mucho musgo debido a la humedad del entorno. Así hasta nuestro destino, el pueblo de Isaba.















Al día siguiente por la mañana hacemos turismo (2x2) por los pueblos de la zona, Hecho,  Ansó  (que hace honor a su título, uno de los pueblos más bonitos de España y que hayamos visto), Jaca y Broto que nos deja comer en la orilla de su Rio.  Ya por la tarde empiezan las grandes subidas y bajadas que serán el pan de cada día. Carlos y Nuria no llevan GPS, pero son avezados cuatreros y no pierden de vista al de delante nunca, bravo por ellos que no es cosa fácil. La sierra de Chía, Serveto, Plan, Castejón de SOS, Benasque, van quedando atrás en nuestras retinas, a cual más bonito e interesante.
















El tercer día es la etapa reina,  entramos en el valle de Arán por el túnel de Vielha, para ascender hasta el Saut del Pish (cascada de agua) donde comemos a la sombra de sus arboles. Más tarde, Baqueira Beret  uno de los  valles más bonitos del viaje, seguidos de los del SuperSpot, los participantes no dan crédito a los valles y paisajes que podemos ver hoy, tantos y tan seguidos.  Con las cámaras echando chispas acabamos el día en Sort, tarde, pero con una sonrisa cómplice de ser uno de los mejores días que se pueden dar en esta afición del  4x4.


































La cuarta etapa gusta a todos mucho(a Oscar y Sandra les toca navegar mucho y nos sorprenden navegando con un móvil y no teniendo fallos, era su segunda ruta navegando tracks) por la mezcla de grandes paisajes  y pasos estropeados que quedan del invierno.  Entramos en Andorra por el Coll de la Gallina, pisteamos por la ruta de los contrabandistas y volvemos; estamos todo el día entre 1.500 y 2.000 metros de altitud. Pasamos por las estaciones de esquí de la Rabasa y Aranser. Hoy algo de bricolaje, apretar una estabilizadora y reparar un manguito de goma, nada serio.

































Es el último día, y parece que empezamos ayer, no nos creemos todo lo que hemos visto en tan poco tiempo, difícil de recordar por su intensidad, pero……ya están las fotos para poder disfrutarlo de nuevo. Hoy  también empezamos fuerte (dejamos que Jaume con  10 añitos haga de navegante y nos lleve a destino, un 11 para el) pistas rápidas y altas, para luego empezar a descender y salir al pantano de Boadela, donde nos sorprende una fuerte tormenta que hace que tengamos que comer en un restaurante de la zona. La última parte de la ruta está llena de alcornocales, olivos y viñas, como cambia esto en pocos kilómetros.































Llegamos al Cabo de Creus, un paraje singular que nos vuelve a emocionar, a Juan y Ana les encanta.  Es el momento de despedirse y decir adiós a unos compañeros de ruta  que ya son amigos para siempre,  es lo que tiene esto del 4x4. Fotos de grupo, besos, despedidas efusivas y espero veros a tod@s pronto. Un abrazo de Evaristo Rutaventura4x4