LA TRANSPIRENAICA , JULIO 2016
El
domingo por fin llegó, tras un año preparando esta gran ruta Transpirenaica
estaba en el hotel esperando a los
participantes y todavía no me podía creer que por fin era el día de la salida. Van llegando participantes de
Barcelona, Tarragona, Salamanca, Burgos y la Rioja. Somos 6 coches y 12
personas. Ideal para esta primera incursión por el Pirineo, con 1.250 kms por
hacer.
El
primer día en el breafing se explica la
esencia de este viaje, viajar, ir desde el Cantábrico al Mediterráneo
atravesando los Pirineos por pistas y carretera en 5 días sin buscar ninguna
dificultad añadida a la navegación. Se
hace el reparto de regalos y pegatinas del viaje y empieza la primera etapa.
Hacemos
dos grupos de tres que irán cambiando cada día y damos la salida. En cada grupo
hay un coche que no lleva GPS, así que los demás los arropamos en el centro y
con la emisora vamos dando las indicaciones en los cruces. Uno de los
coches es nuevo, solo tiene dos meses, y
aunque lleva GPS, Jesús no lo controla todavía.
Empezamos en Fuenterrabía respirando el olor
del mar y poco a poco vamos viendo unos
caseríos increíbles en las laderas del monte Navarro que nos enamoran a todos, hasta llegar a Sant Pie de Port, donde
hacemos la primera comida juntos con las ricas viandas que todos llevamos .
Rápidamente Abel saca el hornillo
y prepara para su hijo un arroz, Cati el Jamón de Salamanca, los riojanos una
empanada casera, y más y más cosas, aquella mesa parecía un pecado……. y hasta
hacemos café. Un paseo por su calle
principal que está llena de peregrinos que comienzan el camino de Santiago y
volvemos a nuestra ruta. Comienzan los paisajes con unos verdes intensos y
mucho musgo debido a la humedad del entorno. Así hasta nuestro destino, el
pueblo de Isaba.
Al día
siguiente por la mañana hacemos turismo (2x2) por los pueblos de la zona,
Hecho, Ansó (que hace honor a su título, uno de los
pueblos más bonitos de España y que hayamos visto), Jaca y Broto que nos deja
comer en la orilla de su Rio. Ya por la
tarde empiezan las grandes subidas y bajadas que serán el pan de cada día.
Carlos y Nuria no llevan GPS, pero son avezados cuatreros y no pierden de vista
al de delante nunca, bravo por ellos que no es cosa fácil. La sierra de Chía,
Serveto, Plan, Castejón de SOS, Benasque, van quedando atrás en nuestras
retinas, a cual más bonito e interesante.
El
tercer día es la etapa reina, entramos
en el valle de Arán por el túnel de Vielha, para ascender hasta el Saut del
Pish (cascada de agua) donde comemos a la sombra de sus arboles. Más tarde,
Baqueira Beret uno de los valles más bonitos del viaje, seguidos de los
del SuperSpot, los participantes no dan crédito a los valles y paisajes que
podemos ver hoy, tantos y tan seguidos.
Con las cámaras echando chispas acabamos el día en Sort, tarde, pero con
una sonrisa cómplice de ser uno de los mejores días que se pueden dar en esta
afición del 4x4.
La
cuarta etapa gusta a todos mucho(a Oscar y Sandra les toca navegar mucho y nos
sorprenden navegando con un móvil y no teniendo fallos, era su segunda ruta
navegando tracks) por la mezcla de grandes paisajes y pasos estropeados que quedan del
invierno. Entramos en Andorra por el
Coll de la Gallina, pisteamos por la ruta de los contrabandistas y volvemos;
estamos todo el día entre 1.500 y 2.000 metros de altitud. Pasamos por las
estaciones de esquí de la Rabasa y Aranser. Hoy algo de bricolaje, apretar una
estabilizadora y reparar un manguito de goma, nada serio.
Es el
último día, y parece que empezamos ayer, no nos creemos todo lo que hemos visto
en tan poco tiempo, difícil de recordar por su intensidad, pero……ya están las
fotos para poder disfrutarlo de nuevo. Hoy
también empezamos fuerte (dejamos que Jaume con 10 añitos haga de navegante y nos lleve a
destino, un 11 para el) pistas rápidas y altas, para luego empezar a descender
y salir al pantano de Boadela, donde nos sorprende una fuerte tormenta que hace
que tengamos que comer en un restaurante de la zona. La última parte de la ruta
está llena de alcornocales, olivos y viñas, como cambia esto en pocos
kilómetros.
Llegamos
al Cabo de Creus, un paraje singular que nos vuelve a emocionar, a Juan y Ana
les encanta. Es el momento de despedirse
y decir adiós a unos compañeros de ruta
que ya son amigos para siempre,
es lo que tiene esto del 4x4. Fotos de grupo, besos, despedidas efusivas
y espero veros a tod@s pronto. Un abrazo de Evaristo Rutaventura4x4